Fue hace ya algún tiempo, que me topé de bruces con esta particular reina de los acantilados cuando yo estaba escondido fotografiando otras rapaces. Apareció de improviso, sigilosa, pero con un porte majestuoso que no dejaba lugar a dudas, estaba ante una autentica águila real, la reina de nuestros cielos. ¿Quieres saber más sobre esta historia?
Rondaba el mes de enero de 2022. Yo estaba de viaje por el Parque Natural de la Sierra de Andújar, buscando al lince ibérico desesperadamente. El viaje no resultó como yo esperaba, llegué a avistar por el rabillo del ojo al lince, pero no pude fotografiarlo. Pero durante aquellos días todavía me dio tiempo para recorrer la zona en busca de otros mamíferos y aves. En algún momento os contaré mi encuentro con varias nutrias salvajes. Pero hoy toca explicaros un poco más sobre la reina de nuestros cielos: el águila real.
Seguro que en el blog ya has encontrado otros artículos dedicados a las rapaces ibéricas, como este artículo dedicado al azor común, o éste otro dedicado al búho real. Todos estos artículos sobre rapaces forman, en realidad, un dosier más amplio y a largo plazo de artículos y vídeos sobre las rapaces que voy encontrando en mis viajes por la Península Ibérica.
El caso es que aquellos días en la sierra de Andújar dieron para mucho más que la desesperación por no encontrar al lince. Pude reservar uno de aquellos días para apostarme en un hide y fotografiar diferentes aves que acudían a alimentarse. Yo ya sabía que la sierra de Andújar era famosa por la variedad de rapaces que podemos encontrar en ella. Tenía la esperanza de que en el espacio frente al hide entrara a comer un águila imperial que había visto surcando los cielos en la lejanía. Para mi desgracia no bajó. Pero si entraron otras rapaces, entre ellas esta hermosa águila real.
Una pequeña introducción al águila real
El águila real es el águila de mayor tamaño de nuestros cielos. Es el águila más poderosa de la Península Ibérica, quizá solo eclipsada por el águila imperial. Es fácil identificarla, precisamente por su tamaño, pero también por su coloración, sobre todo en los ejemplares adultos, que lucen un color pardo oscuro muy característico.
Los ejemplares jóvenes son mas oscuros, casi negros, y con tonalidades blancas que destacan en las alas. Pero esos colores van cambiando hacia los tonos cobrizos y pardos cuando crecen. No tienen una altura tan espectacular como los buitres. Su altura puede oscilar entre los 75 y los 100 centímetros. Eso si, cuando despliegan las alas la cosa cambia y su envergadura es de esas que da miedito. entre 1,80 y 2,30 metros de poderosa rapaz con las alas extendidas.
¿Dónde habita el águila real?
Se extiende por todo el hemisferio norte y aquí en la Península podemos encontrarla en todas las áreas montañosas y cortados de altura. Las únicas zonas de la Península en las que no suelen prodigarse, son las islas y las zonas amplias y llanas de las mesetas. Al ser un ave de un elevado tamaño, suele habitar y nidificar en zonas de quebrados y acantilados montañosos, donde instalan sus nidos.
Los adultos forman parejas que no suelen desplazarse demasiado, más bien al contrario, encuentran un lugar en el que instalar el nido y procrear. De hecho la Península Ibérica es una de las zonas de Europa donde nidifican más parejas. El número exacto es difícil de contabilizar, pero se calcula que entre 1500 y 1700 parejas se distribuyen por todo el país.
¿De qué se alimenta y cómo es su ciclo de reproducción?
Al contrario que otras rapaces, el águila real puede alimentarse de una gran variedad de piezas. Desde mamíferos como el conejo o la liebre, aves como palomas y perdices y reptiles como lagartos.
Respecto al ciclo de reproducción, es similar al de otras rapaces que ya hemos visto anteriormente. A finales de enero comienza la parada nupcial y un mes después se produce la puesta. Estas rapaces ponen entre 1 y 3 huevos por temporada. La hembra es la encargada de incubar los huevos entre 40 y 45 días. Tanto el macho como la hembra alimentan a los polluelos tras su nacimiento durante unos 30 días. A partir de entonces comienzan a alimentarse por si solos, explorando poco a poco el mundo a su alrededor.
Suelen formar grandes nidos, de 1,5 metros de diámetro y casi 2 metros de altura, y cada pareja suele tener varios nidos distribuidos por su territorio que van utilizando en cada una de las temporadas de reproducción.
Pero lo que más me llamó la atención…
Sin duda alguna, mientras fotografiaba a esta rapaz tan majestuosa, lo que más me llamó la atención fueron sus enormes garras y su poderoso pico.
Observad las temibles garras que calza este águila real. Dan miedito, ¿verdad? Son auténticas cuchillas de precisión, capaces de agarrar, desgarrar y perforar huesos. Combinando sus potentes garras con una vista de precisión, muchísimo mejor que la de los humanos, estas rapaces pueden lanzarse desde los cielos calculando al milímetro dónde tienen que caer para atrapar a su presa.
Respecto al pico, también me dio bastante miedito. Preparado para agarrar y desgarrar tejidos, pudiendo incluso fracturar huesos. Un pico de infarto y unas temibles garras son la combinación perfecta para aumentar las posibilidades de captura de sus presas.
La verdad es que mi viaje por la Sierra de Andújar no fue como yo esperaba. No pude fotografiar al lince ibérico (aunque aplaco mi espíritu sabiendo que lo vi de reojo una vez). Por el contrario, la sierra me ofreció la posibilidad de filmar una camada de nutrias en el río Jándula. Además pasé una mañana muy amena fotografiando desde un hide al águila real y al azor común entre otras rapaces.
Saludos a tod@s.
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