Ya le tenía yo ganas a esta rapaz. A pesar de su pequeño tamaño es un cazador formidable, incluso temible para sus presas. El azor común es una de las rapaces más hermosas que podemos avistar en la Península Ibérica. Hasta ahora solo la había visto en vuelo, de lejos y a la caza de alguna de sus presas. Necesité visitar de nuevo un hide para conseguir las fotos de este reportaje. ¿Quieres saber más sobre él?
Pues si, he necesitado de varios años y visitas a varios hides o escondites fotográficos para encontrar a esta pequeña rapaz. Personalmente es una de mis favoritas. Y seguramente también será una de las vuestras, si como yo, sois de la generación que creció con Félix Rodríguez de la Fuente. Él también era un apasionado de las aves rapaces y dedicó varios capítulos a las aves de cetrería y a las rapaces más rápidas y temibles de la Península.
En este caso, fue en mi visita invernal a la Sierra de Andujar, cuando tuve la oportunidad de fotografiar varias rapaces desde un hide. El viaje estaba centrado en la búsqueda del lince ibérico, que en esa época del año está en su periodo de celo. Pero gracias a la ayuda de los amigos de Iberian Lynx Land, pude pasar unas cuantas horas en un hide fotografiando varias rapaces que «entraron al set». Ya os iré detallando más sobre ellas, pero os adelanto que mi favorita fue ésta, el azor común.
Peculiaridades del azor común
Salta a la vista que la manera inequívoca de identificar al azor común es su hermoso plumaje, sobre todo el del pecho. De tonalidades blancas e intercalado por franjas negras, parece el hermano gemelo de un halcón. Pero no nos confundamos. El azor pertenece a la gran familia de las águilas y está mucho más emparentado con aves como el gavilán, que con los halcones.
Si, es una rapaz pequeña, pero su tamaño le confiere unas habilidades que las grandes águilas solo pueden envidiar. Su velocidad en vuelo, su agilidad para cambiar de rumbo a velocidades endiabladas, su pericia para capturar presas en pleno vuelo… Pocas águilas pueden hacer esas cosas.
Su pequeño tamaño también le permite establecerse y cazar en zonas donde las grandes águilas están en desventaja. Suele habitar en los bosques y se desenvuelve realmente bien volando y esquivando arboles mientras persigue a sus presas.
El hábitat del azor común
El azor suele sentirse bastante cómodo en la espesura del bosque, aunque tampoco le hace ascos al monte bajo y las zonas de arbustos. Su tamaño le permite adaptarse a zonas en las que no encontraríamos grandes águilas.
Suele cazar en vuelo, aunque su vista tampoco es nada despreciable y puede lanzarse al suelo a por sus presas cuando las localiza desde el aire. En general es mucho más efectivo como cazador que las grandes águilas (reales, ratoneras, etc) de la familia a la que pertenece. Es por ello que desde hace mucho tiempo, se emplea a los azores como animales de cetrería con gran éxito.
En definitiva, es una rapaz muy hermosa, a la que ya tenía ganas de observar bien de cerca y poder fotografiarla. Hasta ahora solo había podido observarla desde lejos, mientras volaba a gran velocidad cubriendo rápidamente su zona de caza. Ha sido una maravilla encontrarme con el azor común en este hide de Andujar, en el que además, observé otras rapaces… pero eso es historia para otro post…
Muchas gracias y espero que disfrutéis de este veranito que comienza igual que lo disfrutaremos nosotros con Fotogario.
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