Hola amig@s,
Durante este mes de marzo estamos probando dos monstruos, dos teleobjetivos ultra que combinados con una cámara APSC nos permiten alcanzar los ¡900mm de distancia focal! Si no has probado todavía lo que significa fotografiar con uno de estos objetivos, en este artículo intentaré describirte las cosas buenas y malas, las impresiones y sensaciones de manejar el Sigma 150-600mm. ¿Quieres saber más? Pues sigue leyendo.
Manejar un teleobjetivo de esa distancia focal no es fácil. Enfocar nítidamente al sujeto, controlar las vibraciones (la trepidación) y encuadrar a máxima distancia focal son acciones complejas cuando manejamos un objetivo de casi 2Kg de peso. En el artículo anterior ya os hablé sobre las características y las especificaciones más importantes del sigma 150-600mm. En este artículo quiero centrarme en las sensaciones que este teleobjetivo ultra deja en nuestro «paladar fotográfico» cuando disparamos con él. Cuáles son las cosas buenas y las malas de utilizar un bicho de este tamaño. Así que sin más preámbulos vamos allá con el resumen de mis impresiones y sensaciones.
¿Que siente uno al disparar por primera vez con este objetivo de Sigma?
Muy sencillo. Lo primero que uno siente al disparar con este objetivo es… el peso descomunal del cacharro. Como ya habréis leído, el teleobjetivo pesa 1,9Kg. Y ese es el primer factor limitante de este objetivo. No es algo que podamos llevar colgado del cuello mientras hacemos turismo por la ciudad… aunque tampoco sería muy útil si lo que queremos hacer es fotografía de viajes.
Disparar a pulso con él es posible… aunque tenemos que controlar muy bien nuestras pulsaciones, colocarnos de manera que apoyemos los codos contra nuestro propio pecho y con las piernas firmes y abiertas en un buen ángulo para tener mayor estabilidad. Por supuesto, si queremos disparar sin trípode tendremos que utilizar el modo I de reducción de la vibración, como ya os explicaba en el anterior artículo.
Cuando disparé por primera vez el sigma 150-600mm con este modo de reducción activado me llevé una gran sorpresa. El sistema es ágil y silencioso. También es muy rápido y no tarda prácticamente nada en estabilizar. Notamos el cambio nada más pulsar el botón de disparo hasta medio recorrido y enfocar. El motor del teleobjetivo estabiliza la imagen sin que apenas nos demos cuenta. No hay ruidos ni vibraciones adicionales, y la imagen deja de «temblar» en un abrir y cerrar de ojos.
Tengo que decir que me sorprendió mucho. Estaba acostumbrado a objetivos más cortos, como mi 70-300mm de tamron. Pero la velocidad, silencio y agilidad del modo de reducción de vibraciones de este telezoom es pasmosa.
El enfoque, mucho más preciso de lo que yo pensaba
Es cierto. Pensé que a grandes distancias el enfoque podría ser una pesadilla… y en ciertos sentidos lo es. Hay que tener muy claro qué vamos a fotografiar, a qué velocidad se moverá el sujeto de la acción (si es que se mueve) y cómo elegir el modo de enfoque adecuado de nuestra cámara antes de disparar.
En esta foto podéis ver un claro ejemplo de lo que provoca elegir un modo de enfoque incorrecto. Yo estaba tomando fotos de cotorras argentinas en vuelo, cuando de repente observé esta cotorra posada entre las hojas de una palmera. Como mi modo de enfoque estaba en enfoque continuo y el viento movía las ramas, la cámara enfocó en el primer intento a las hojas de la palmera. Sólo cuando elegí el modo de enfoque correcto la cotorra apareció nítida y enfocada en la siguiente toma.
Una vez elegido el modo de enfoque correcto el objetivo hace prácticamente el resto. El sistema que ha instalado Sigma con un limitador de enfoque de 3 posiciones puede parecer engorroso al principio, pero es muy intuitivo y además mejora mucho la velocidad y precisión de enfoque. Podemos limitar el enfoque entre 2 y 10 metros, desde 10 metros a infinito y desde cero metros a infinito. Claramente esta ultima opción requiere más tiempo de enfoque y gasta más batería.
Impresiones generales del sigma 150-600mm
En definitiva, el sigma 150-600mm es un bicharraco muy serio. Acostumbrarse a su peso es cuestión de tiempo y a mi particularmente me pareció un proceso muy rápido. manejarte con su sistema de reducción de vibraciones también es muy intuitivo y el modo II diseñado especialmente para las vibraciones laterales montado sobre trípode es un acierto que otros modelos no han sabido copiar.
No nos engañemos. No es un objetivo para retratos o fotografía de viajes. Es un teleobjetivo ultra que cumple con su función básica: la fotografía de fauna, deportes y acción a larga distancia. Y cumple con dicha función de manera notable y sin envidiar a otros objetivos más caros de la misma gama focal.
Las imágenes que conseguiremos con este objetivo nos sorprenderán. Si no es por el sigma 150-600mm jamás hubiera descubierto lo que esta pequeña garceta tenía en el pico. Con un telezoom medio nunca hubiéramos apreciado el detalle del pequeño sapo del que se alimentaba.
Amig@s, las sensaciones con este teleobjetivo ultra de sigma han sido fantásticas. tras 48 horas con él he conseguido «acercarme» a esas zonas lejanas donde la fauna vive y convive y que tanto nos sorprenden cuando las descubrimos.
No es un objetivo barato, aunque si lo vuestro es la fotografía deportiva o de fauna salvaje al final caeréis en la tentación de probar uno de estos ultra zooms. Y una vez que lo probéis… estaréis perdidos 😉
Feliz Semana Santa y no os perdáis los siguientes artículos dedicados a otro de los teleobjetivos ultra del mercado: el tamron 150-600mm.
Estaba dudando entre este teleobjetivo y un canon 100-500 de segunda mano. Ahora ya lo tengo claro. Creo que vale la pena probar-lo, y jugar no solo con fotos de naturaleza, sinó con el juego de planos. Me has ayudado mucho con tus impresiones y comentarios.
Gracias Joaquín, espero que lo disfrutes.