Hola amig@s,
a escasas horas para que termine este año 2017 quería escribir uno de esos artículos memorables. Uno de esos artículos que la gente recordara durante años… y luego cambié de opinión. Porque no me sale. Porque no es mi estilo, y porque en el mundillo de la fotografía de naturaleza y fauna no hay tanto glamour como parece. De hecho para fotografiar alguno de los animales salvajes de este blog hay que sufrir mucho. ¿Quieres comprobar el «glamour» desplegado por Fotogario en 2017? Pues sigue leyendo.
De entre todas la fotografías que he tomado este año, ésta es sin duda mi favorita. Varios frailecillos en primer plano y un barco de vela desdibujado navegando al fondo. Para mi ha sido «el viaje del año». Lo que no cuenta esta fotografía es la historia que hay detrás. Los meses de investigación previa y preparativos. Tampoco refleja las horas de caminatas o los kilómetros de pistas forestales recorridos en coche antes de disparar esa fotografía.
La fotografía de fauna no tiene ningún glamour. Los profesionales y aficionados a esta disciplina intentamos mostrar con imágenes la realidad sobre el hábitat y el ciclo vital de animales salvajes. Porque nos gusta la naturaleza. Porque amamos la fauna en estado puro. Y eso requiere mucho tiempo de estudio, investigación y esfuerzo sobre el terreno.
Así que pensando sobre el tipo de artículo con el que quería cerrar el 2017 he decidido que la mejor manera de que lo entendáis es precisamente explicando el «glamour» de estos viajes fotográficos. Por suerte o por desgracia soy también un gran aficionado a la música. Y cada vez que comienzo uno de mis viajes fotográficos escucho en mi cabeza la misma canción de los Stones: «I know it´s only rock and roll… but I like it». Aquí comienza un resumen del glamour fotográfico de Fotogario.
Hay que madrugar… ¡mucho!
“Domingo, 5:30 de la mañana…. y por fin hemos visto ALCES. Una maravilla como siempre encontrar a estos enormes aunque tímidos animales. Ahora el desayuno de los campeones y a seguir con la ruta.” (Publicado en Facebook).
Si. Los fotógrafos de naturaleza somos así de raros. Nos encantan los amaneceres. Al amanecer los animales salvajes suelen estar más activos. Es por ello que si quieres conseguir una de esas fotos que quiten el hipo tienes que MADRUGAR. Otro aliciente para madrugar es que la luz del amanecer es fantástica cuando quieres fotografiar paisajes. Durante las horas centrales del día la luz es mucho más intensa y dura y los animales aprovechan para descansar y dormitar.
Pero lo de madrugar no es tan glamuroso cuando tienes que conducir varios kilómetros medio dormido al interior del bosque. Tampoco es nada glamuroso cuando sales del hostal al fresco de la mañana descalzo, de puntillas y casi sin desayunar. Mientras el resto de turistas duerme plácidamente nosotros nos pegamos el madrugón para fotografiar «un bicho», jajaja. De locos, ¿no?
Muchas horas conduciendo…
“… Y el contraste: lo complicado que puede ser llegar hasta algunos puntos en los que fotografiar paisajes y animales salvajes…” (Publicado en Facebook).
… Por caminos polvorientos, pistas forestales y muchas veces, bajo condiciones climáticas adversas. Esto no es como fotografiar animales en un zoológico. La fauna salvaje recela del hombre y no es fácil encontrarla, y mucho menos seguir sus pasos.
A lo largo de este 2017 he recorrido con Fotogario miles de kilómetros en avión, barco y coche. También irán acumulados una buena centena de kilómetros a pie. Sufre el cuerpo y también nuestros equipos. Muchas veces tenemos que proteger mucho mejor nuestras cámaras que a nosotros mismos.
¿Ves el quinto pino? Pues allí, pero a la derecha
“2 días poniendo a prueba nuestro equipo fotográfico en condiciones extremas de lluvia y viento. Como siempre #Fotogario cuenta con la mejor tecnología. Prueba de ello es nuestro modernísimo GPS que nos ha guiado por la isla de Mull. 🙂 Al este está la cueva del dragón, al norte un «masdonals»….” (Publicado en Facebook).
Y aunque parezca que el viaje lleva implícito la palabra glamour, nuestros viajes suelen ser a regiones boscosas y montañosas, alejadas de la civilización y por tanto… de «la wifi». Es por ello que los fotógrafos de fauna muchas veces somos auténticos románticos. Aunque muchos prefieren llamarnos «abuelos» o «carcas» porque llevamos brújulas y mapas en papel y no móviles ni dispositivos GPS.
Pero en el fondo nos gusta descansar de la tecnología por unos días. Adentrarnos en el silencio y la tranquilidad del bosque y caminar mientras dejamos volar nuestros pensamientos y nuestra imaginación. Es gratificante disfrutar de la tranquilidad que envuelve el hábitat natural de la fauna salvaje….
El descanso del guerrero
«Tras 8 horas trabajando duro y buscando frailecillos (puffins) este es el resultado. No solo de fauna salvaje se alimenta Fotogario 😅…» (Publicado en Facebook).
… Aunque por supuesto es mucho más gratificante el reposo y descanso que encontramos tras muchas horas de caminata, cuando nos sentamos a comprobar las fotos obtenidas. Con la memoria de nuestras tarjetas llena y nuestro espíritu alimentado, tan sólo nos queda llenar nuestros buches. Alimentar al cuerpo y disfrutar de un merecido descanso. A veces basta un simple bocadaillo y un café para entrar en calor. Otras veces…
Hasta que salga el sol
“Luna llena en Bialowieza y nosotros salimos al bosque para escuchar el aullido de los lobos…¿Lo conseguimos?” (Publicado en Facebook).
Las jornadas de un fotógrafo de naturaleza son maratonianas. En muchas ocasiones cae la noche antes de que volvamos al hostal. Algunos pueden pensar que la falta de luz es como la criptonita para los fotógrafos. Nada más lejos de la realidad. La fotografía nocturna es otra de las disciplinas que podemos practicar. Además, los aficionados a la naturaleza y la fauna no necesitan hacer fotos para disfrutar de un paseo nocturno escuchando los sonidos del bosque.
No hay glamour fotográfico en lo que hacemos
Así somos los fotógrafos de fauna y naturaleza. Tipos de extraños horarios. Solitarios y silenciosos cazadores de imágenes que disfrutamos del polvo y las rocas del camino. Nuestra afición no tiene tanto glamour como pueden reflejar nuestras fotos, y aun así nos gusta. Sabemos que es sólo R&R… pero nos gusta.
¡Amig@s, os deseo un feliz año 2018 de todo corazón!
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