Hola amig@s,
en junio hemos recorrido con Fotogario varias islas del oeste de Escocia en busca de la fauna salvaje del lugar. La biodiversidad que esconden las costas escocesas es apabullante. Nuestra pequeña excursión por las islas hébridas nos ha regalado avistamientos de aves marinas, delfines, focas, ciervos, nutrias, aves rapaces… Todo un lujo para cualquier aficionado a la fauna salvaje. ¿Quieres saber cómo son estas islas de Escocia y por qué albergan esta enorme diversidad biológica? Pues sigue leyendo.
Nuestro proyecto principal en esta ocasión era la localización, y fotografía de una especie de ave acuática poco conocida, los frailecillos atlánticos. Para ello nos desplazamos un día entero a la isla de Staffa y localizamos los nidos que estas aves excavan en los acantilados.
Pero nuestra excursion por Escocia no se quedó en la isla de Staffa. Durante varios días hemos recorrido parte de las Highlands y las islas Hébridas interiores, unas islas muy particulares y llenas de vida.
¿Cómo son las islas Hébridas?
Escocia se formó por el desplazamiento de las placas tectónicas del atlántico norte y muchas de sus islas tienen un origen volcánico. Staffa en concreto es una de las islas más conocidas y fotografiadas. Sus característicos bloques hexagonales de granito han sido retratados en innumerables ocasiones.
Staffa es además un reservorio de fauna salvaje. Es conocida por ser una de las islas de anidación para decenas de especies de aves marinas, entre ellas los frailecillos, araos, alcatraces, cormoranes, etc. Nosotros aprovechamos la época de anidación y cría para conocer y fotografiar a estas especies.
El resto de las islas tienen un origen muy parecido. Formadas bien por el desplazamiento de placas, o como el caso de Staffa, por emisión de material volcánico al exterior de la corteza terrestre.
¿Cómo puede albergar un entorno volcánico tanta biodiversidad? Pues precisamente porque estos terrenos son ricos en sales minerales. Eso, unido a las constantes lluvias hacen de estas costas auténticos vergeles donde la vegetación atrae al resto de animales. La corriente del golfo convierte las aguas que bañan estas costas en autopistas de bancos de peces. Y estos son el alimento básico para las aves marinas y los grandes mamíferos (ballenas, delfines, etc).
¿Pero qué nos encontramos nosotros en nuestra excursión?
Alcatraces, los kamikazes del mar
Uno de los pájaros más espectaculares es el alcatráz común (o alcatráz atlántico). Al igual que los frailecillos, solo acude a la costa para anidar y cuidar de sus crías. La principal peculiaridad de estas aves es su forma de capturar peces. Con un estilo muy perfeccionado, los alcatraces localizan a su presa desde varias decenas de metros de altura y se lanzan en un picado doblando las alas y estirando las patas hacia atrás.
Justo antes de zambullirse en el agua estiran el cuello y pliegan las alas contra su cuerpo, de tal forma que pueden entrar en el agua a velocidades de 100 km/h. Su craneo está adaptado para recibir y amortiguar estos golpes, con una cámara de aire que rodea y protege al cerebro.
Araos, veloces y en grupo
Los araos son unas aves pequeñas y muy veloces. Suelen agruparse en grandes bandadas que vuelan a ras del mar en busca de alimento. En nuestra excursión maritima por Escocia encontramos varias subespecies.
Por ejemplo, en la fotografía de la izquierda podemos ver posado un arao completamente negro, a excepción de la parte superior del torso. Cusiosamente el nombre de esta subespecie es arao blanco.
Los araos comunes, por el contrario, tienen gran parte de la panza de color blanco, como se puede observar en la siguiente fotografia.
Cormoranes, los pescadores perfectos
En un artículo anterior ya describíamos las características y habilidades de los cormoranes, los mejores buceadores a pulmón que hemos podido observar hasta ahora. En las costas escocesas no faltan estos especialistas del mar. En Staffa, Iona y Mull pudimos avistar cormoranes grandes y cormoranes moñudos.
Es habitual encontrar a estas aves tomando el sol y secando sus alas en los acantilados y riscos al borde del mar. Aunque también se han instalado en algunos lagos y ríos de Europa. Las islas escocesas son uno de los lugares favoritos de descanso para estos pescadores natos. No les falta alimento ni resguardo en una región en las que el ser humano ha reducido su presencia casi al mínimo.
¿Alimento para todos? Pues parece ser que si
No sólo de aves marinas vive el hombre. El atlántico norte es el habitat de una gran variedad de mamíferos y peces. La corriente del golfo es una autopista natural de alimento para estos grandes animales.
Escocia es otra de esas regiones del atlántico norte en las que podemos toparnos con focas grises. El verano no es quizá la mejor época para verlas pero como siempre, la suerte juega un papel importante en los avistamientos de estos animales. Por supuesto, la major época para ver focas grises en el hemisferio norte es el invierno. En el siguiente artículo tienes toda la información sobre nuestro viaje a Donna Nook en busca de focas grises.
Otra de las atracciones que más turistas atrae después de la obervación de aves marinas son las excursiones y actividades de buceo en busca de delfines, tiburones y ballenas. Nosotros mismos pudimos avistar varios delfines nariz de botella en nuestros desplazamientos entre las islas.
Uno de los habitantes más especiales y esquivos de estas aguas es el tiburón peregrino. Un animal difícil de localizar y del que se conoce relativamente poco. Es uno de los tiburones más grandes, junto con el tiburón ballena, y a pesar de su tamaño y aspecto no es un tiburón agresivo. Todo lo contrario, es un escualo que se alimenta abriendo su enorme boca y filtrando el agua que entra en ella.
Se acerca a la superficie para alimentarse, y no suele recelar de la presencia humana. Los encuentros con este tiburón son relativamente escasos, ya que poco se conoce sobre su habitat y localización cuando se sumerge a grandes profundidades. Pero si logramos avistarlo dad por seguro que no olvidaremos ese momento jamás.
Y mucho más por ver en tierra firme
en nuestra memoria quedará el recuerdo de ciervos, nutrias y por supuesto del gran pigargo europeo, el aguila más grande que podemos encontrar en el continente. Su desconocida historia durante el siglo XX y su fama como excepcional pescadora la convierte en una especie muy interesante. De hecho, Fotogario ya se ha comprometido con esta especie en particular y dentro de poco tiempo le dedicaremos un extensor artículo.
En definitiva, Escocia y las islas que la rodean son un vergel de vida marina. Visitar las islas Hébridas en verano, durante la época de cría de muchas aves es uno de esos viajes imprescindibles que todo amante de la naturaleza debería hacer.
Un saludo.
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