Hola amig@,
con la llegada del Año Nuevo seguro que te has propuesto nuevos proyectos fotográficos. Pero después de un par de semanas te encuentras con el típico (y recurrente) bloqueo creativo. De repente, ninguna idea te parece interesante o suficientemente buena para invertir tiempo en ella y dejas de fotografiar. ¿Cómo recuperar esta creatividad fotográfica? Aquí tienes algunos consejos.
Seguro que te suena. Durante las fiestas navideñas Papá Noel o los Reyes Magos nos han regalado una cámara fotográfica. Después de varios días de pruebas, de ilusiones y de nuevos retos, hemos dejado la cámara abandonada aburridos de hacer siempre las mismas fotos. ¿Cómo mantener la pasión del primer día?
Todos los aficionados a la fotografía hemos sufrido en algún momento un bajón, la falta de la musa, la pérdida de la creatividad fotográfica. No es fácil mantener esa creatividad día tras día, mes tras mes. Aveces incluso necesitamos unas vacaciones, alejarnos de lo que más nos gusta durante un tiempo, para retomarlo con más fuerza después. Pero… ¿Qué ocurre si después de un periodo de descanso no conseguimos recuperar las ganas de tomar fotos?
¿Cómo recupero la creatividad fotográfica?
No es sencillo dar consejos cuando las musas nos abandonan. A cada uno de nosotros nos funciona un tipo diferente de motivación. Pero lo que siempre funciona es marcarse pequeños objetivos, algo suave y mantenido que nos obligue a pasar más tiempo con nuestra cámara y que vuelva a ilusionarnos. Lo importante es marcarse objetivos realizables y que nos ilusionen. En este artículo te voy a contar alguno de los trucos que me han funcionado en el pasado cuando he perdido la musa fotográfica.
Apúntate a un curso
No siempre es la solución a todos los problemas, pero tomar parte en un curso fotográfico nos ayudará a ver la escena con otros ojos. No sólo con los ojos de la persona encargada de impartir el curso, sino también con los ojos del resto de participantes. ¿Recuerdas la expresión «ven mejor 4 ojos que 2»?
Tomar parte en un curso nos ayudará a refrescar conceptos olvidados y a aprender nuevas técnicas. Además, charlar con gente interesada en nuestra misma afición siempre nos dará otro punto de vista y nuevas ideas. ¿Quién sabe?, quizá encontremos compañeros que quieran embarcarse en nuevos proyectos con nosotros.
Bucea en la red y devora todo lo que encuentres (fotográficamente hablando)
Si algo de bueno tiene el siglo XXI es que podemos estar sentados en casa mientras consultamos decenas de páginas web, blogs, videos, tutoriales, etc. Tomar parte en un curso no está reñido con formarse (e informarse) on line. No es necesario realizar un curso en internet. Basta con leer, observar y consultar diversas páginas, foros y blogs para que nos pique el gusanillo de intentar imitar primero aquello que vemos y mejorar después dándole nuestro toque personal y creando una foto propia.
¡Ojo! No hablo de copiar por copiar. Pero los aficionados a cualquier tipo de disciplina artística saben que siempre se comienza imitando a aquellos que son nuestros modelos a seguir, para pasar después al siguiente nivel, dándoles un toque personal a esas obras que imitamos.
La inspiración puede llegar mientras navegamos entre páginas y redes sociales. Darle un vistazo a muros y galerías fotográficas de otros aficionados (o profesionales) nos puede generar ese puntito de envidia sana necesario para levantarnos del sofá y obligarnos a tomar la cámara. Seguro que después de ver el trabajo de otros la creatividad fotográfica volverá a susurrarnos en el oído.
Comienza (y sobre todo termina) un proyecto fotográfico
Esto es sin duda, lo que más me ha motivado en estos últimos años para seguir cogiendo la cámara. Plantearme un nuevo proyecto fotográfico siempre ha sido un gran estímulo para fomentar mi creatividad. Mi forma de diseñar y realizar este tipo de proyectos ha cambiado con los años, de manera que ahora selecciono y preparo mucho mejor la idea, el proyecto y también me animo mucho más a llevarlo hasta el final.
Hay muchos, muchísimos tipos de proyectos fotográficos. Todo depende de la imaginación y las ganas que tengas. Aquí tienes algunos de los proyectos típicos con los que puedes comenzar, e incluso inspirarte para crear los tuyos propios.
Proyecto 365
Uno de los proyectos más conocidos y practicados por los aficionados a la fotografía. Aunque también es uno de los proyectos más duros de llevar a cabo. Se trata de tomar una fotografía diaria, durante 365 días. A muchos fotógrafos esto ya les tira para atrás. Una fotografía diaria, intentando ser creativos, mostrar algo interesante en cada imagen, siempre buscando la novedad… demasiado esfuerzo. No todos disponemos del tiempo suficiente para diseñar el proyecto y fotografiar todos los días.
Este tipo de proyecto es perfecto si lo realizamos con la cámara de nuestro teléfono móvil. No importa tanto la edición o procesado de las fotos, sino la creatividad diaria, buscar un punto de vista diferente de la vida cotidiana. Por supuesto podemos definir unos límites, elegir una temática para el proyecto, o incluso elegir un tema determinado para cada mes. Todo vale y cualquier idea es bien recibida siempre que tengamos claro la constancia que requiere un proyecto de 365 días seguidos.
Proyecto 52
Uno de mis favoritos durante mucho tiempo. El proyecto 52 es más relajado porque supone una fotografía a la semana, durante las 52 semanas que tiene un año. En este caso disponemos de más tiempo para elegir idea, sujeto, modelo o localización a fotografiar. También tenemos más tiempo para procesar la imagen posteriormente. Hay que tener en cuenta que estos proyectos se hacen con la idea de publicar esas fotos en una galería, blog o en una red social.
El proyecto 365 requiere de velocidad y agilidad y no se detiene tanto en el procesado. En cambio, el proyecto 52 es perfecto para los aficionados a la fotografía de paisaje, o aquellos a los que les gustan los fotomontajes y el trabajo de edición.
Podemos definir los límites cómo queremos: de temática mensual, 52 fotos dedicadas al mismo tema, elegir 52 temas diferentes… Algunos diseñan 52 fotografías que enseñen de manera gráfica los conceptos básicos de la fotografía. Otras personas deciden documentar el paso de las estaciones, fotografiando el mismo paisaje en 52 tomas diferentes…
100 extraños
El proyecto ideal para los aficionados a la fotografía de retratos, o aquellos que quieran vencer su timidez a la hora de fotografiar personas. El nombre lo dice todo: se trata de hacer un retrato de 100 personas desconocidas. Como todo proyecto fotográfico la definición depende te ti mismo. Pueden ser retratos callejeros casi robados o puedes preparar tu propio estudio controlar la luz y hacer algo más elaborado con 100 amigos voluntarios.
Reconozco que nunca he llevado a cabo uno de estos proyectos. La fotografía de retratos no es mi fuerte y tampoco me llama la atención. Pero a veces hay que salir de nuestra zona de confort para aprender algo nuevo. No descarto que en algún momento haré uno de estos proyectos para intentar vencer mi timidez a la hora de fotografiar extraños.
De la A a la Z / Búsqueda del tesoro
Un proyecto más relajado y entretenido es quizá el famoso «de la A a la Z». Consiste en elegir una fotografía dedicada a cada una de las letras del abecedario. Puedes definir tu mismo el proyecto, o puedes picarte con un amigo, definir entre ambos las palabras que comiencen por cada letra del abecedario y compartir las fotografías.
Otra variante, muy divertida si se realiza en parejas o grupos, es la conocida como «búsqueda del tesoro». Es la versión fotográfica de una gymcana. Se eligen una serie de conceptos o se define un «tesoro» que hay que buscar recibiendo una serie de pistas. Este juego nos da incontables variaciones. Podemos definir un tiempo límite para conseguir un número determinado de fotografías y después votar entre todos los participantes las mejores imágenes.
Monotemático / Monocromático
Son proyectos más abiertos. Elegimos un tema determinado y después establecemos un tiempo, un número de fotografias, e incluso podemos decidir dónde y cómo publicarlas.
El proyecto monocromático, como su propio nombre indica, se basa en fotografiar en blanco y negro. En la era de la fotografía digital, es más difícil desarrollar el instinto y la creatividad en blanco y negro. No todas las imágenes que salen de nuestra cámara son candidatas a transformarse en blanco y negro. Este proyecto requiere entrenar nuestra vista… y a veces útil configurar nuestra cámara de antemano para que tome imágenes sólo en blanco y negro.
Otra versión del proyecto monocromático es dedicar todas las fotografías a un solo color. Tendremos que ser creativos y buscar sujetos o fondos en los que prime un color determinado.
Proyecto «en analógico»
Este es el proyecto perfecto para todos aquellos que quieran dejar a un lado el mundo digital. Se trata de recuperar tu vieja cámara de carrete y lanzarte a experimentar.
Por supuesto, este tipo de proyectos vienen definidos por el número de disparos de nuestro carrete. Podemos limitar la temática por carretes, dedicar cada carrete a un tema diferente, o diseñar 12, 24 o 36 fotografías diferentes dentro de un sólo carrete. Por supuesto, este proyecto requiere de mas paciencia y tiempo para llevarlo a cabo. Pero ante todo requiere pensar de antemano que tipo de fotos queremos tomar, ya que con una cámara de fotos de carrete no podemos visionar lo que estamos fotografiando ni mucho menos, borrar lo que no nos guste.
La creatividad requiere esfuerzo y constancia
esta es la última reflexión que quiero dejarte. La creatividad fotográfica requiere de ilusión, de formación y de entrenar el ojo. Pero sobre todo requiere de esfuerzo y constancia. Realizar un curso y sumergirse en la web para inspirarse en lo que hacen otros es un buen comienzo. Pero proponerse un proyecto y tener la constancia de llevarlo a cabo es la prueba de fuego.
Un proyecto nos enseñará nuestros defectos, dónde podemos mejorar y cómo podemos hacerlo. Si el proyecto está bien pensado y diseñado, nos ilusionará desde el primer momento, haciendo que nuestra creatividad se dispare. Pero lo realmente importante es como gestionar el tiempo, las ganas y la motivación para llevar a buen puerto ese proyecto.
Amig@s, desde aquí os animo a tod@s a embarcaros en un proyecto fotográfico. Diseñarlo a vuestra medida, con vuestros gustos. Marcaros unos objetivos y un tiempo determinados y… a fotografiar.
Un saludo.
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