Hola amig@s,
el pasado fin de semana acudí a la exposición abierta (y gratuita) que celebraba el 75 aniversario de la creación de las fuerzas aéreas españolas. Os he hablado muchas veces de mis aficiones (naturaleza, música…) y de vez en cuando escribo un pequeño artículo sobre mis vehículos favoritos. Lo que no sabéis quizá, es mi temprana afición por los aviones y helicópteros. ¿Queréis ver alguna de las fotos que tome en esta exposición?
Ya desde chico construía maquetas de aviones, desde los más míticos y antiguos hasta los más modernos, llegué a tener una gran colección de maquetas de aviones, helicópteros, tanques y algún que otro vehículo curioso.
Supongo que es una afición «de niños», al igual que la fascinación por los motores, los coches, las motos… y todo lo que haga ruido de «brum, brum» Casi todos los niños hemos soñado alguna vez con ser pilotos, astronautas…. no tengo explicación racional para ello, es así.
Pero vamos al turrón. En la exposición disfruté como un enano. Nada mas acceder al recinto me encontré con alguno de los modelos más antiguos de las fuerzas aéreas, como la maravilla que tenéis justo debajo.
La visita continuaba con mas modelos antiguos. El sol aparecía de vez en cuando para recordarnos que octubre es un mes complicado en la región de Madrid. En estos momentos es cuando aproveché el filtro polarizador del que os he hablado en otras ocasiones y que tanto utilizo en la fotografía de paisajes. En este caso, el filtro, además de resaltar los colores del cielo, me ayudaba eliminando reflejos de las carlingas (los cristales) de los aviones y helicópteros.
Caminando y avanzando en la exposición en tierra me encontré de repente con el avión más buscado por los visitantes: el Eurofighter de fabricación europea.
Siempre rodeado de gente, cuando lo estaba fotografiando instalaron una escalera para que los niños pudieran asomarse a la carlinga. Es un avión que fascina. Diseñado y fabricado para poder realizar maniobras y giros que ningún otro avión puede hacer. Mientras tomaba la fotografía apareció en el horizonte un Harrier inglés, un avión con dos turbinas móviles que le permiten volar prácticamente en vertical. La marina inglesa utilizaba estos aviones hasta hace muy pocos años. Hoy en día no hay ninguno en servicio en el Reino Unido (creo) pero muchos otros países como Estados Unidos y España tienen varias unidades. El Harrier hizo las delicias del publico con su vuelo vertical, a pesar del estruendo de sus motores… es uno de los aviones de combate más ruidosos.
Fotografiando al Eurofighter (y al Harrier de refilón) me di cuenta que no llevaba el equipo adecuado para un desfile aéreo. Es en estos momentos cuando echo de menos un teleobjetivo en condiciones. Las mejores tomas que conseguí fueron algunas del avión contra incendios de ICONA sobrevolado por una patrulla de aviones de doble ala… si es que llegáis a apreciar el detalle 😉
Ya que mi equipo no me permitía fotografiar aviones en la lejanía, decidí dedicarme por completo a los aparatos estacionados en tierra y a sus detalles. Fue entonces cuando me topé como por casualidad con «Los Gatos».
Cualquiera que conozca un poco la base militar de Torrejón habrá escuchado las legendarias historias de la unidad de cazas F-18 (el Ala 6) apodada «Los Gatos». Uno de los cazas militares más famosos de la empresa McDonnell Douglas.
Cierto es que el F-18 «Hornet» así como otros modelos anteriores han caído en el olvido con la entrada en escena de nuevos y flamantes modelos (el F-22 y el F-23, apodado «la viuda negra»), pero el F-18 siempre ha sido y será uno de esos aviones que formaba parte de mi colección de infancia. Muchos asociaréis el modelo F-14 con un jovencísimo Tom Cruise en «Top Gun». Pero quizá no todos conozcáis la relación filmográfica del F-18 y el actor Will Smith en «Independence Day». Todos los aviones de la serie F han tenido su película «hollywoodiense», una flagrante estrategia de marketing de McDonnell Douglas desde los años ’80.
Por último, no podía olvidar la parte de la exposición dedicada a mis máquinas favoritas: si hay un cacharro que me guste mas que un avión ese es… el helicóptero. Nieto de los bocetos de Da Vinci, hijo del modelo de Juan de la Cierva, el helicóptero es mi cacharro favorito, tanto que todavía tengo el sueño de colegiala adolescente de casarme con un señor rico que me pague las clases de piloto de helicóptero 😉
De los muchos modelos expuestos ese día en Torrejón me quedo con el Tiger (o Tigre, como se le conoce en español). El programa Tiger es a los helicópteros lo que el programa Eurofighter a los aviones. Ambas máquinas son proyectos europeos financiados por varios países del continente y producidos (eso si, desmembrados) por varias empresas locales (y por locales me refiero a europeas). El Tigre es la respuesta europea al helicóptero Apache americano, al igual que el avión Eurofighter fue la respuesta frente a la competencia de McDonnell Douglas.
Aquí tenéis uno de los detalles que más me llamó la atención al fotografiar al Tiger: los reflejos del sol sobre el casco del piloto apoyado sobre los lanzamisiles.
El Tiger era el modelo más buscado por los visitantes, pero por supuesto otros muchos helicópteros hicieron las delicias de padres, niños y de Fotogario.
Helicópteros como el famoso Superpuma. Este es uno de los míticos aparatos del ejército español y ha intervenido en misiones a lo largo y ancho de todo el mundo.
Pero si hay un cacharro que causa impresión, fascinación y pavor al mismo tiempo es el «bicho» con el que me despido: el helicóptero ruso Chinook.
Al igual que un cachalote aéreo, muchos de nosotros todavía no asimilamos como este engendro puede mantenerse en el aire. Un aparato utilizado como «autocar del aire» para transportar tropas, material y equipamiento en cualquier lugar del mundo. Simplemente impresionante.
Amig@s, se que este artículo se me ha hecho un poco largo, y que a muchos de vosotr@s los cacharritos os importan mas bien poco… pero yo disfruté como un niño con botas de agua nuevas (ese día llovió en Torrejón) visitando la exposición.
Un abrazo a tod@s y feliz semana.
La leche en verso. Tanto avión y te volviste en coche. Yo que tú pillaba el cachalote aéreo hasta canarias y escribía desde allí, vinito en mano.
Gran artículo. Como siempre, un placer leerte 🙂