Hola amig@s,
hace mucho, mucho, pero que muuuuuuuuuucho tiempo que en Fotogario no escribíamos un artículo sobre fotografía analógica. Concretamente desde 2016, cuando escribí sobre una cámara de formato medio, la Pentacon Six, que estaba probando. Pero el caso es que nunca he dejado de hacer fotos en analógico. De hecho, en estos últimos años, he ido aumentando mi colección de cámaras analógicas. Así que coincidiendo con una visita al minizoo que ice este verano, os dejo aquí mis comentarios y experiencias vividas con la Nikon FM2, posiblemente una de las mejores cámaras analógicas de toda la historia. ¿Quieres saber por que? Pues sigue leyendo.
Hace un par de meses, gasté una de esas tardes libres que de vez en cuando aparecen sin avisar, recorriendo el minizoo de la ciudad en la que estaba con mi Nikon FM2. Esta es una cámara réflex analógica completamente MANUAL. Esto significa que no tiene ningún tipo de automatismo, que no requiere de ningún tipo de fuente de alimentación o de batería, y que basta con ponerle un carrete de película fotográfica para que la cámara funcione sin más.
Es cierto que tiene un pequeño compartimento para una batería de botón, del modelo 625, pero esta batería simplemente da energía suficiente para que el fotómetro de la cámara funcione. Es decir, una ayuda más para medir la luz y exponer correctamente. Pero si sabemos manejarnos con la ley de reciprocidad del mundo fotográfico, no necesitaremos ni siquiera el fotómetro de la cámara.
Breve historia de la Nikon FM2
La Nikon FM2 llegó al mercado en 1982 como sucesora de otra gran cámara, la Nikon FM. Desde hacía unos años, Nikon había invertido tiempo y esfuerzo en mejorar su gama de cámaras fotográficas. El mercado estaba copado con las famosas cámaras telemétricas, sobre todo las más conocidas y apreciadas de la marca Leica. Así que otros fabricantes comenzaron a desarrollar modelos con visor «indirecto» o de espejo, que permitía incorporar algunas ventajas a las cámaras.
Una de las principales ventajas es que la imagen que se veía a través del visor de una cámara réflex era la imagen real, es decir, el encuadre real. Las cámaras telemétricas tenían un visor directo, pero que no estaba directamente encima del objetivo, sino a un lado. El encuadre que veíamos con una cámara telemétrica del estilo Leica no era el mismo que el que obteníamos en la fotografía final. En cambio, con las cámaras réflex de espejo, el visor estaba situado justo encima del objetivo y lo que veíamos era lo que el espejo reflejaba directamente del objetivo. Imaginad el mecanismo de un periscopio… ¿lo tenéis en mente? Pues el montaje es algo parecido en una cámara réflex.
El caso es que Nikon comenzó a desarrollar varios modelos de cámaras réflex. La serie F (F, F2, F3, etc.) era la serie profesional de cámaras réflex. Era auténticos «maquinones» de fotos, grandes, caros y con muchas funciones. Su gran desventaja es que casi todas las cámaras de la serie F necesitaban de baterías para su funcionamiento. Además eran cacharros pesados, con muchos botones y ruletas, muy difíciles de manejar si no eras un profesional experto. Así que Nikon pronto se dio cuenta de que si quería llegar al mercado del aficionado medio, tenía que desarrollar una cámara más sencilla, ligera (y barata).
Y así apareció la serie FM, con la FM, la FM2, la FM3a, etc. Aunque en realidad, el mejor modelo de la serie fue, sin duda alguna, la FM2.
Especificaciones de la Nikon FM2
El acierto de Nikon, como os comentaba anteriormente, fue incorporar algunas especificaciones técnicas de la gama profesional a la línea de cámaras FM, enfocada más a los aficionados semi-profis. El diseño de las cortinillas del obturador fue, sin duda alguna, la mejor de las especificaciones. En una primera tanda de fabricación, el obturador se diseñó con celdillas hexagonales de titanio, un material resistente y ligero, que permitía que la cámara alcanzara una velocidad de obturación de 1/4000 segundos, algo que muy pocas cámaras de la competencia, en esta gama podía alcanzar.
Con el tiempo ese obturador fue sustituido por uno de aluminio, lo que permitió además mejorar la velocidad de sincronización con el flash hasta 1/250s, respecto al modelo de titanio que sincronizaba a 1/200s. Así que en el mercado podréis encontrar dos versiones de la misma cámara: la Nikon FM2 (obturador de titanio) y la Nikon FM2N (obturador de aluminio). En realidad las dos son la misma cámara, con uno de sus componentes fabricado en titanio al principio de la serie, y después, a partir del año ’89, en aluminio.
Otra de las especificaciones estrella de la Nikon FM2 era su pantalla de enfoque, que podía cambiarse por diferentes modelos. Entre ellos, un modelo estándar con ayuda al enfoque mediante pantalla partida, otra con una cuadricula para enfocar, y una tercera pantalla sin ningún tipo de ayuda, pero más luminosa y brillante.
Al ser una cámara manual, fabricada casi por completo en metal y con una estanqueidad a prueba de bombas, la Nikon FM2 podía trabajar a temperaturas muy bajas. Temperaturas realmente bajas. Algunos fotógrafos llegaron a ponerla a prueba a -40ºC. Pero el poder trabajar en frío no era su única ventaja. La cámara era un autentico todoterreno, y funcionaba a la perfección en selvas, junglas, desiertos, manglares…
En resumen: una cámara manual, no necesita de baterías, es más ligera que las cámaras profesionales, pero conserva gran parte de sus ventajas y especificaciones, rapidez de disparo, pantallas de enfoque intercambiables, estanca y resistente a todo tipo de inclemencias climatológicas… la cámara se convirtió en el segundo cuerpo para todos los periodistas y fotógrafos profesionales. E incluso para algunos se convirtió en la ÚNICA cámara de trabajo.
Mi visita al minizoo con la Nikon FM2:
Como os decía al principio de este artículo, hace algunas semanas visité el minizoo de mi ciudad con mi Nikon FM2. Ese día estaba yo nostálgico y me apetecía disparar en analógico con una de las cámaras más fiables que se han fabricado. Así que… sabiendo que la cámara no me iba a fallar, me arriesgué a cargar un carrete de diapositiva que había caducado en el año 2004 (y estamos en el 2022, jejeje).
No estaba seguro de si obtendría buenas fotos. Pero si estaba seguro de que mi FM2 funcionaba a la perfección. Así que si algo fallaba sería por culpa del carrete caducado. Cuanto más tiempo tiene un carrete, más se deterioran los compuestos químicos que recubren el film y que captan los fotones, permitiendo que la película se impregne con la imagen que tenemos frente a nuestro visor.
Además del año de caducidad, influye mucho las condiciones en las que el rollo de película se ha almacnado. Periodos de almacenaje a elevadas temperaturas hacen que los químicos se degraden más rápido… así que mi pequeña visita en realidad era un salto de fe.
Aun así conseguí algunas fotos interesantes. En algunas fotos se aprecia como los colores de la escena se han degradado. Es como si los animales y el paisaje a su alrededor tubiera unos colores más apagados de lo normal. A veces aparecen en el revelado colores extraños para una escena exterior de un animal en un zoológico. Así que mi conclusión es que la caducidad y el estado del carrete han afectado realmente a la toma final.
También hay otros problemillas causados esta vez por la pericia del fotógrafo… o la falta de ella, en realidad. Hacía mucho tiempo que no disparaba en analógico, así que las primeras fotos las lancé con un valor erróneo para la sensibilidad ASA establecido en la cámara. Anteriormente había disparado un carrete en blanco y negro y ASA 400. Y ese es el valor que quedó fijado en la cámara cuando yo puse mi «nuevo» carrete caducado de diapositivas a color, con ASA 200.
Las primeras fotos que lancé, las hice con el valor equivocado de ASA y salieron un poco más oscuras de lo que deberían, si hubiera prefijado el valor correcto de sensibilidad del carrete. En cuanto corregí ésto, las imágenes salieron correctamente expuestas.
Amig@s, si queréis saber más sobre esta visita al minizoo o sobre la cámara analógica Nikon FM2, no os perdáis el vídeo que subí al canal de YouTube de Fotogario. Os lo dejo aquí por si os interesa. Un saludo y hasta la próxima entrada 🙂
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