Hola amig@s,
en Fotogario seguimos profundizando en los fundamentos de la fotografía. Esta vez nos adentramos en la medición de la luz y su control a través de los parámetros de nuestra cámara para obtener imágenes expuestas correctamente. Entender el concepto de la ley de reciprocidad es el primer paso. ¿Quieres perderle el miedo a estos conceptos tan extraños? Pues acompáñame en estos artículos dedicados a comprender la medición de la luz y la correcta exposición del sensor de tu cámara.
Entender qué es la luz en fotografía y dominar conceptos como su medición, la exposición, el exposímetro, el histograma… no es una tarea fácil. Pero es fundamental si queremos realizar buenas fotografías con una exposición correcta. No se trata tan solo de un factor estético; en la era de la fotografía digital una correcta exposición de la imagen nos permite obtener el máximo de información de la escena. Una imagen subexpuesta, como la fotografía anterior, perderá información en las zonas oscuras. Si nos fijamos en el puente de esta conocida estampa de Lucerna veremos que la zona interior del tejadillo es tan oscura que somos incapaces de apreciar los colores y motivos pintados sobre la madera.
Podemos intentar arreglar la imagen en la edición posterior, pero la información de las zonas oscuras se ha perdido en la toma original. Aunque mejoremos las curvas y los niveles con un software fotográfico no veremos nada en esa zona interior del tejadillo. Tampoco veremos mejor a las personas situadas en el interior del puente.
¿Qué es el rango dinámico?
El rango dinámico de una cámara nos indica la cantidad de tonos oscuros y claros que es capaz de detectar y capturar en una sola fotografía. O dicho de otra manera, la capacidad que tiene la cámara para captar detalles en las zonas mas claras y mas oscuras de una fotografía.
En la fotografía anterior vimos que la cámara era incapaz de captar detalles en las zonas más oscuras del puente. Eso no significa que nuestra cámara sea mala, o que no tenga la calidad suficiente para resolver bien una fotografía en condiciones extremas. Posiblemente, en la fotografía anterior se midió la luz de la escena y se expuso lo suficiente para no quemar el cielo azul (y dejarlo blanco) perdiendo información en las zonas oscuras. Como paisaje no es una mala fotografía, pero si lo más importante de la imagen era destacar a las personas situadas en el puente, desde luego no se ha conseguido.
En definitiva, una cámara con un rango dinámico amplio nos aportará más información y mejor sensibilidad en los detalles que una cámara de menor rango dinámico. Pero un amplio rango dinámico no basta para que nuestra imagen sea buena. Una mala elección a la hora de exponer puede arruinar una fotografía.
El triángulo de exposición
Exponer es dejar que la luz incida sobre el sensor electrónico de la cámara. Muchos pensarán que la exposición es tan solo el tiempo que dejamos pasar la luz, pero en realidad es una combinación de varios parámetros de los que ya hemos hablado en otras ocasiones:
- El tiempo de exposición o velocidad de obturación es el tiempo que el obturador permanece abierto dejando pasar luz al sensor. A una velocidad de 1/2000 segundos dejaremos pasar luz durante muy poco tiempo. Por el contrario, podemos dejar abierto el obturador durante varios segundos y el sensor recibirá luz durante todo ese tiempo. La velocidad de obturación juega un papel fundamental en el control del movimiento en la imagen. Si exponemos a 1/2000 segundos detendremos el movimiento. En cambio, si exponemos durante varios segundos la imagen saldrá movida, trepidada. Ese es el efecto que buscamos cuando fotografiamos cascadas de agua. En cambio, detener el movimiento es fundamental en fotografía de acción.
- Apertura del diafragma. El diafragma es un elemento mecánico que controla la cantidad de luz que el sensor de la cámara recibe. A mayores valores de diafragma como por ejemplo f 2,8 o f 1.8 el diafragma está muy abierto y llega mucha luz al sensor. A valores muy cerrados, como f 22, llega muy poca luz al sensor. El diafragma controla la profundidad de campo de la imagen. Con un diafragma muy abierto conseguimos bajas profundidades de campo. Enfocamos el objeto deseado y desenfocamos el fondo. Con diafragmas cerrados conseguimos que todos los planos de la imagen estén en foco.
- Sensibilidad ISO. En la fotografía química cada película estaba preparada para un valor de ASA diferente. Ese valor indicaba lo sensible que era la película frente a la luz. A mayor valor ASA, mayor capacidad para captar luz, es decir, podíamos fotografiar con menor cantidad de luz en la escena. En la fotografía digital ese valor ASA se ha sustituido por un factor matemático ISO que permite duplicar la luz que el sensor recoge (de manera electronica). La cámara expondrá mejor a bajos valores de ISO si en la escena hay mucha luz. En cambio en días nublados o en fotografía nocturna necesitaremos aumentar el valor de ISO de la cámara para conseguir una imagen bien expuesta. Valores altos de ISO añaden mucho ruido a nuestras fotografías, por lo que es recomendable utilizar siempre que sea posible bajos valores de ISO.
Combinando estos tres parámetros podremos resolver casi cualquier situación en fotografía. En deportes de acción bajaremos la velocidad de obturación para congelar la imagen, así que tendremos que equilibrar abriendo el diafragma (perdiendo profundidad de campo) o aumentando el valor de ISO (generando más ruido en la imagen). En cambio, si queremos fotografiar un hermoso paisaje cerraremos el diafragma y tendremos que aumentar el tiempo de exposición. En fotografía nocturna tendremos que subir el ISO para captar más luz.
¿Cómo manejar estas tres variables para exponer y acertar? Al principio será cuestión de práctica y experimentación, pero poco a poco nos acostumbraremos a calcular rápidamente la combinación de los tres parámetros. Por suerte para nosotros el triangulo de exposición nos permite fijar uno de los parámetros y combinar los otros dos utilizando una regla matemática sencilla: la ley de reciprocidad.
Ley de reciprocidad
Esta simple regla nos permite combinar estos parámetros de dos en dos (dejando el valor del tercero fijo) para obtener la misma imagen, con la misma exposición, por medio de la regla matemática de los dobles y mitades. Creo que lo mejor para entender la ley de reciprocidad es utilizar un ejemplo:
Si dejamos un valor fijo de ISO y fotografiamos, por ejemplo, un paisaje con la combinación de apertura de diafragma f.8 y velocidad de obturación 1/200 obtendremos la misma imagen si doblamos el valor de la velocidad de obturación (1/100) y cerramos el diafragma (f.11). Ambas fotografías serán iguales y extarán expuestas a la misma cantidad de luz.
De igual manera, si dividimos la velocidad de obturación a la mitad (1/400) tendremos que abrir el diafragma hasta f.4 para obtener una fotografía expuesta con la misma cantidad de luz.
Esta regla funciona de la misma manera si dejamos fijo cualquier otro parámetro. Por ejemplo, si dejamos un valor fijo para la apertura del diafragma obtendremos la misma fotografía, con la misma exposición, combinando los valores de ISO y velocidad de obturación de la siguiente manera
Obtenemos la misma imagen a ISO 100 y velocidad 1/50 que a ISO 200 y velocidad 1/100, etc. Si duplicamos uno de los valores tendremos que dividir por la mitad el otro.
Por ultimo, si dejamos fijo el valor de la velocidad de obturación, la misma regla funciona para la combinación de diafragma e ISO.
Como comprenderás, la ley de reciprocidad es muy útil si sabemos manejarla. Conociendo de antemano que tipo de fotografía queremos hacer (acción, deportes, paisaje, fotografía nocturna…) podremos configurar los parámetros de nuestra cámara para conseguir una imagen expuesta correctamente. Si quiero detener el movimiento de un ave en vuelo fijaré una velocidad de obturación muy rápida (1/1600, por ejemplo). Para que la foto no quede oscura tendré que combinar valores altos de ISO y aperturas grandes de diafragma.
Amig@s esta ha sido la primera entrega de una tríada de artículos sobre cómo entender la luz y cómo exponer correctamente una fotografía. No os perdáis el siguiente artículo en el que desvelaremos más sobre ese gran desconocido: el histograma.
Un saludo y feliz semana.
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