Hola amig@s,
la familia crece. Hace unos meses llegó a mi poder un objetivo zoom, un Tamron AF 70-300 mm SP f/4, que estrené en uno de esos lugares mágicos, el parque nacional de Białowieża. Antes de irnos de viaje fotográfico en busca de bisontes realicé unas pruebas en la ciudad, ¿quieres ver los resultados?
Después de un par de meses en los que este objetivo me ha dado grandes alegrías, he querido dedicarle un pequeño artículo. La familia crece poco a poco y este objetivo refuerza mi equipo y me ayuda a mejorar en una de las disciplinas fotográficas que mas me gustan, el paisaje de naturaleza y la caza fotográfica. La escapada fotográfica que realizamos persiguiendo al mamífero terrestre más grande del continente europeo fue toda una experiencia que podéis revivir en este artículo. Pero antes de realizar este viaje tuve que practicar un poco con el objetivo zoom.
¿Primeras pruebas?
Las primeras pruebas en Varsovia con esta lente me llevaron al hipódromo de la ciudad. La principal virtud de este tipo de objetivos zoom es que permiten realizar fotografías desde una distancia muy alejada del sujeto. Algunos dirán que estos objetivos crean un efecto indeseado, que es el de comprimir la distancia focal, es decir, acercar el fondo y el sujeto mas cercano. Si os fijáis en la imagen del hipódromo, la pantalla que se observa al fondo estaba muy alejada de la pista, pero en la imagen parece mucho mas cercana a los caballos.
Esa misma compresión de la distancia focal crea un efecto bokeh. En la imagen queda enfocada la zona seleccionada por el fotógrafo (en este caso los caballos) y se desenfoca el resto de planos focales, por delante o por detrás del sujeto, por ejemplo los árboles del fondo.
Pero este mismo efecto que algunos llaman indeseado es para otros un efecto artístico perfecto y la base de la fotografía de naturaleza y animales, en la que se quiere destacar al sujeto (el animal) sobre el resto de cosas que pueden distraernos en la imagen (el fondo).
Mi primera prueba con animales en libertad y en movimiento me llevó a practicar la caza fotográfica. Como su propio nombre indica, se trata de ir de caza de animales, armado con una cámara en lugar de con un rifle. Pero la técnica es la misma: acercarse lo máximo posible al animal para «cazarlo» con la cámara. En esta foto podéis apreciar el efecto que comenté antes: conseguí enfocar a un pajarito del tamaño de un puño y el objetivo comprimió el resto de planos (acercando los árboles y desenfocando el fondo).
La mayoría de los parques urbanos de las grandes ciudades europeas permiten practicar la caza fotográfica. Tienen cientos de animales acostumbrados a que los viandantes les alimenten, así que podemos practicar y acercarnos a ellos mucho más de lo que podríamos hacerlo con un animal salvaje. Los parques de las ciudades son perfectos para realizar prácticas y talleres de fotografía de naturaleza.
Por fin después de varias pruebas conseguí la imagen perfecta. Fue difícil acercarse a pajaritos que saltaban y echaban a volar cuando menos lo esperábamos, pero por fin después de un agradable paseo encontramos a la estrella del mundo animal, una ardilla.
Y digo la estrella porque se dejó fotografiar por decenas de humanos mientras se alimentaba y ponía ojitos a la cámara. Para ser un animal tan nervioso la verdad es que esta ardilla se portó como una autentica profesional de las pasarelas.
Ventajas y desventajas de un objetivo zoom corto
Como veis, tras varios meses hemos ido mejorando la técnica fotográfica con este objetivo y ya sabemos qué limitaciones tiene el equipo. Por supuesto, hay objetivos mucho mejores para la caza fotográfica, pero la economía también es un factor a tener en cuenta en estos casos. El Tamron es un buen (muy buen) objetivo por un precio razonable si queremos lanzarnos a esto de la fotografía de manera un poco mas seria que un simple aficionado.
Por supuesto los teleobjetivos acercan….. ACERCAN MUCHO al sujeto a fotografiar…
Las últimas pruebas con el Tamron me llevaron a fotografiar objetos en vuelo. Aquí tenéis un par de helicópteros y algunos aviones. No son grandes fotografías, y queda mucho por aprender y mejorar (empezando por mi posición en tierra), pero la idea básica es que con un objetivo de calidad como éste podemos tomar imágenes fantásticas a grandes distancias.
Y la primicia viene ahora: el próximo fin de semana me embarco en otra de esas locas aventuras que me llevará a pasar varios días en la sierra de los Cárpatos. Para mi es toda una experiencia, ya que desde pequeñito siempre escuché que los Cárpatos era una de las pocas zonas europeas en las que aún viven osos pardos en libertad. Mi escapada fotográfica a los Cárpatos va más enfocada a la fotografía de paisaje, pero si consigo fotografiar osos y otros animales en su hábitat natural tampoco le voy a hacer ascos… ¡¡POR SOÑAR…!! jajajaja.
Pero mi viaje a los Cárpatos será tema para otro artículo. Por supuesto, los más listos del lugar ya se habrán dado cuenta que esta entrada se llama «La Familia Crece I». Y a toda primera parte siempre le sigue una secuela, una segunda parte… 😉
Amig@s un abrazo y feliz comienzo de semana.
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