Hola amig@s,
nuestras visitas invernales al Parque Nacional de Bialowieza se están convirtiendo en una tradición. En esta ocasión Fotogario viajó a Bialowieza para tomar parte en las charlas, conferencias y eventos al aire libre relacionados con el lobo europeo. Pero Bialowieza es mundialmente conocido por otro de sus habitantes: el bisonte europeo. Y en esta ocasión tuvimos una clase práctica sobre comportamiento animal y cómo interpretarlo. ¿Quieres saber más?
Llegar a Bialowieza esta vez no fue tan sencillo. Si nuestra visita del año pasado nos dejó con la sorpresa del ultimo día, una ligera capa de nieve de apenas unos milímetros, este año nos encontramos con carreteras cubiertas de nieve, pistas forestales cortadas y un bosque cubierto por 40 cm de nieve virgen.
La importancia de las condiciones climáticas
Es cierto, las condiciones climáticas esta vez determinaron gran parte de nuestro viaje y restringieron nuestros movimientos. Realizar una ruta a pie por un bosque cubierto de nieve no es fácil, y menos si llevamos nuestro equipo fotográfico a cuestas.
Con temperaturas que no superaban los -7ºC lo más importante es protegernos antes de ponernos a caminar. Ropa térmica, capa impermeable, botas altas de montaña y unos guantes y gorro. Nada es prescindible en estas ocasiones.
En nuestra mochila tampoco puede faltar espacio para un poco de alimento y un termo con bebida bien caliente. Tendremos que elegir entre cargar con un gran peso o elegir con mucho cuidado el mínimo equipo fotográfico imprescindible. En mi caso un objetivo zoom y un duplicador para las ocasiones en las que necesito un poco más de distancia focal.
Pero vamos al turrón… ¿Y los bisontes?
Persiguiendo bisontes en la nieve
Aunque hablemos de animales que pueden llegar hasta los 1000 Kg de peso, no es fácil localizarlos en estado salvaje en un bosque de gran extension. La idea en este caso es buscar con las primeras luces del día las zonas de pastos. Los bisontes suelen alimentarse al amanecer o al atardecer, y pasan el resto del día escondidos en la zona más profunda del bosque.
Pero localizar y perseguir a estos grandes animales sobre 40 cm de nieve no es sencillo. Si tenemos suerte atisbaremos por el rabillo del ojo un ligero movimiento, una sombra oscura…
Así que cuando por fin los localizamos dedicamos algo de tiempo a fotografiarlos y observarlos con nuestros prismáticos. La precaución es nuestro mejor aliado en estos momentos. Hace 3 semanas, un fotógrafo fue arrollado por un bisonte en el mismo punto en el que nosotros tomamos estas dos fotografías.
En este caso se trataba de un grupo de 4 machos en busca de alimento. En estas fechas del año la falta de pastos y la testosterona acumulada convierten a estos grupos en bombas de relojería. En ocasiones podemos observar como pelean entre ellos, es parte de su comportamiento en estado salvaje. En algunos casos pueden llegar a envestir a aquellas personas que invadan su espacio vital.
Una clase práctica de comportamiento animal
Frío, nieve, falta de alimento… no son las mejores condiciones para «patearnos» el bosque en busca de bisontes. Así que ¿dónde encontrar al bisonte europeo en estos casos? Lo mejor es buscar las zonas de alimentación preparadas por los propios guardias y trabajadores del parque.
Agazapados podremos acercarnos un poco más a estos grupos. Por supuesto, manteniendo siempre la distancia de seguridad adecuada. Si somos pacientes y nos movemos despacio, el propio comportamiento de los animales nos dirá cuándo estamos invadiendo su espacio vital.
Y eso es precisamente lo que podemos ver en la siguiente fotografía:
Uno de los machos por fin se percató de nuestra presencia y avanzó unos pasos para hacernos notar que estábamos demasiado cerca. Este comportamiento puede ser interpretado a veces como simple curiosidad. En realidad es en estos momentos cuando no podemos bajar la guardia. El bisonte más adelantado nos está diciendo sutilmente que no somos bienvenidos, que no debemos acercarnos más.
En estos casos es mejor demostrarles con nuestro comportamiento que no somos una amenaza para ellos. Quedarnos quietos y agachados. La mayoría de las veces esta manera de actuar será suficiente para que los animales se relajen.
Pocos minutos después la tensión había desaparecido. Los bisontes dejaron de vernos como una amenaza y siguieron comiendo. Leer las señales y gestos de los bisontes nos ayudó a posicionarnos mejor sin causarles mucha molestia.
Amig@s, saber algo sobre el comportamiento animal e interpretar sus movimientos y señales puede ayudarnos mucho. Este fue parte de nuestro entrenamiento y práctica de campo en nuestro ultimo viaje a Bialowieza. Enfrentarnos a condiciones invernales muy duras y saber interpretar el comportamiento de los bisontes.
Un saludo.
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