Hola amig@s,
hace unos meses recibí el encargo de cubrir y realizar un reportaje fotográfico de un evento canino. Al principio la tarea me parecía complicada ya que no tenía mucho tiempo para informarme sobre el tema, ni tiempo previo para estudiar el terreno e identificar las mejores posiciones para fotografiar la acción. Pero eso no me detuvo y me lancé (ingenuo de mi) a la tarea de lleno. ¿Quieres saber cual fue el resultado? Pues no te pierdas este artículo dedicado a los eventos fotográficos (de naturaleza) en exteriores.
Si amig@s, cubrir un evento como éste, una competición canina conocida a nivel internacional, no es fácil (no daremos nombres ya que las fotos lo dicen todo). Hay que saber cómo y cuándo reaccionan los animales, hay que saber dónde colocarse, hay que intuir dónde se colocarán tus compañeros fotógrafos para estorbar lo menos posible y en definitiva, hay que pensar en que los protagonistas son los perros (y sus entrenadores).
A nivel técnico también hay que tener en cuenta algunas cosas. Utilizar un telezoom corto o medio, luminoso y a poder ser estabilizado. Utilizar velocidades rápidas de obturación, diafragmas abiertos y jugar con el valor ISO (no olvidemos que dependeremos por completo de la luz solar). Disparar a pulso es lo habitual en estos eventos, aunque ayudarnos de un monopie es una buena opción. El trípode está prácticamente descartado en este tipo de competiciones. En definitiva, tenemos que pensar como un fotógrafo de prensa deportiva. Si quieres saber más sobre técnica y accesorios y sobre lo indispensable para fotografiar este tipo de eventos no te pierdas este artículo.
Pero vamos con el caso práctico. ¿Qué sucedió en la competición canina?
Eventos en exteriores: ¿dónde me coloco?
No es fácil saber dónde colocarnos si no hemos reconocido antes el terreno. La regla fundamental en estos casos es situar la cámara al nivel de los ojos de los participantes, ya sean deportistas o animales. Cuando llegué al evento lo primero que me llamó la atención fue una pequeña montaña de arena (como veréis en la foto siguiente). Mi primera idea fue: «genial, desde esa montaña podré ver toda la pista». Pero las fotos que conseguí desde esa elevación no eran buenas, no se apreciaba la acción ni la mirada de los animales.
Así que decidí desplazarme hasta una de las barreras. Con paciencia y amabilidad logré acercarme lo máximo posible a la pista y entonces comencé a tomar fotografías más interesantes, con más acción y sobre todo, captando las fauces y la expresividad de los animales en el aire.
¿Cómo configuro la cámara? Jugando con los parámetros
Cuando trabajamos en eventos en exteriores tenemos que tener en cuenta que el sol sera la única fuente de iluminación que tendremos. El sol (y su ausencia) determinarán los parámetros de nuestra cámara.
Lo primero es elegir un modo de disparo. Como ya os comentaba en este artículo, a la hora de fotografiar animales en movimiento, me gusta disparar en el modo de prioridad a la obturación o en modo manual. Después es importante elegir un modo de enfoque adecuado. En este caso, como los perros se movían y saltaban a gran velocidad, establecí un modo de enfoque automático (o servo) con área de enfoque dinámica. De esta manera, la cámara enfocaría continuamente al sujeto en movimiento (el perro) sin perderse en los objetos del fondo. En este artículo encontrarás todo lo referente a los modos de enfoque adecuados para cada situación.
Una vez elegidos ambos modos me centré en los tres parámetros que determinan el triángulo de la exposición. Lo primordial en deportes de acción con mucho movimiento es establecer una velocidad de obturación alta. Lo recomendable es una velocidad de 1/1000 segundos. De esta forma congelaremos el movimiento eliminando las fotos movidas y podremos apreciar los detalles, como la expresividad de los rostros (o en este caso, de los hocicos).
Una velocidad tan alta requerirá que abramos a tope el diafragma, sobre todo cuando trabajamos con objetivos cortos. Con esto conseguiremos dos cosas: que entre más luz al sensor de la cámara (evitando fotos demasiado oscuras) y desenfocar el fondo. Al difuminar el fondo le daremos todavía más protagonismo al sujeto enfocado, al perro en este caso.
Establecidos estos dos parámetros podremos jugar con el tercero, el valor ISO subiendo o bajando ese valor en función de la iluminación solar de la escena. De este modo podremos equilibrar el triángulo de la exposición, obteniendo fotografías perfectamente expuestas. Aunque no debemos olvidar de vigilar nuestro exposímetro y consultar nuestro histograma de vez en cuando para rectificar alguno de los parámetros.
Dispara en ráfaga
Una vez establecidos todos los parámetros el único consejo que me queda por darte es «DISPARA EN RÁFAGA». La acción en este caso se desarrolla tan rápido que es muy difícil captar con una sola toma el momento justo en el que el perro atrapa el disco. ¿Por qué jugárnosla a una sola carta cuando las cámaras actuales pueden disparar en ráfaga? Ten en cuenta que este tipo de concursos son muy parecido a una prueba de atletismo. Seguro que tras disparar un par de ráfagas tenemos varias fotos interesantes y bien enfocadas del momento decisivo.
Respecto al último consejo, entre disparar en formato RAW o JPG, yo siempre recomendaré disparar en RAW. Los periodistas deportivos disparan en JPG porque se les exige enviar las fotos a la redacción casi al segundo. Pero nosotros no tenemos esa prisa, así que podemos trabajar en RAW. Disparar en RAW y en ráfaga siempre supone darle un trabajo extra a nuestra cámara. En función del modelo que tengamos la velocidad de la ráfaga se verá afectada mientras graba y almacena los RAWs, e incluso puede que la ráfaga se bloquee. Por eso tenemos que conocer nuestra cámara a fondo y saber hasta dónde podemos llegar con ella.
En resumen
chic@s, os recomiendo probar a fotografiar este tipo de eventos. Puede que nuestra primera vez sea un poco estresante y quizá no consigamos todas las fotos que esperábamos tomar. Pero seguro que disfrutamos de la experiencia (sobre todo si nos gustan los animales) y aprendemos mucho para posteriores eventos. Pensar que todo lo aprendido aquí se puede aplicar a eventos deportivos, y viceversa.
Así que sólo me queda animaros a probar. ¿Por qué no? Quizá encontremos una grata sorpresa al final del día en nuestra tarjeta de memoria. Lo que si es seguro es que disfrutaremos y nos llevaremos un recuerdo muy bonito de la experiencia.
Feliz semana.
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