Hola amig@s,
todo aquel que disfruta con la fotografía digital se ha interesado alguna vez por la historia de este arte. Cómo y cuándo nació, las diferentes técnicas, formatos y materiales usados y cómo han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Seguro que alguno de vosotros se ha interesado, como yo, por la fotografía química (mal llamada analógica) y se ha encontrado con un proyecto espectacular de un fotógrafo que hace tiempo decidió trabajar con ferrotipos.
Nada mas ver este vídeo me enamoré del proyecto de Ian Ruhter. Quizá sea por mi formación en química, quizá por el romanticismo que impregna todo tipo de fotografía a la antigua, o quizá por mi afición a la serie Breaking Bad («Bromo Bario» para los amigos de la síntesis). Me encantá la idea de alejarse del mundo digital en pleno siglo XXI para retratar el paisaje de los EEUU (y a sus moradores) tal y como se hacía un siglo atrás. Pero lo que mas me maravilla es el tamaño de la cámara que utiliza Ian Ruhter: LA CÁMARA ES UN CAMIÓN.
¿En qué consiste su proyecto? Las fotografías de Ian Ruhter se conocen con el nombre de ferrotipos. Supongo que a todos os viene a la cabeza la imagen de aquellas antiguas cámaras con fuelle, en las que el fotógrafo se escondía bajo una tela negra para evitar que la placa fotográfica se velara. Hoy en día estamos tan acostumbrados al mundo digital que quizá no llegamos a entender el antiguo proceso de la fotografía química. La idea es que la luz incide (a través de una lente de cristal) sobre una superficie (el soporte) que está bañada por una sustancia fotosensible.
En el caso concreto del ferrotipo, el soporte fotográfico es una plancha de metal pintada de color negro. Dicha plancha se baña primero en una mezcla de éter y alcohol (conocida como solución colodión), una emulsión sobre la que se fija después una mezcla de nitrato de plata y otras sales, las sustancias que son realmente fotosensibles.
Y aquí llega la parte compleja del proceso. El ferrotipo (conocido en inglés como wet plate photography) no puede secarse. La fotografía tiene que tomarse pocos minutos después de haber bañado la placa metálica con la mezcla fotosensible. Eso significa que el baño de la plancha tiene que realizarse a oscuras para evitar la exposición accidental (o velado) de la placa. Tras ello, se coloca la placa fotográfica en la cámara, se abre el obturador (le quitamos la tapa al objetivo) y se deja exponer la placa a la luz durante varios segundos. Por último, y siempre a oscuras, la placa se baña en diferentes mezclas de soluciones que detienen el proceso de captación fotosensible y fijan la imagen en la placa.
Resumiendo: imaginad que sustituimos nuestras flamantes cámaras digitales por una de estas viejas cámaras. El proceso a seguir (la mitad de él a oscuras) para tomar una única fotografía (no hay posibilidad de borrar o repetir) sería:
- Colocar la cámara (en este caso el camión) a la distancia apropiada (previamente calculada) para enfocar perfectamente a nuestro sujeto. Recordemos que no tenemos anillo de enfoque que podamos ajustar, ni por supuesto, la función de autoenfoque de las cámaras digitales.
- Reunir el material (plancha de metal, solución colodión, baño de sales de plata y demás soluciones fijadoras) y preparar todo en frascos o bandejas. Tener en cuenta que hay que trabajar con guantes, mascarilla y a ser posible, con un equipo de extracción de gases…. el éter es inflamable.
- Apagar las luces y trabajando siempre a oscuras (o bajo luz roja) repartir la solución colodión sobre la placa, después introducir la placa en un baño de sales de plata, colocar la placa (antes de que se seque) sobre su soporte frente al objetivo de la cámara, abrir el objetivo y exponer varios segundos.
- Siempre a oscuras, cerrar el objetivo de la cámara, introducir con cuidado la placa sobre diferentes baños de solución fijadora y después de ello, por fin, abrir el camión para secar la plancha al aire libre.
Todo esto para obtener una única imagen. Como os digo, no hay posibilidad de borrar ni repetir con otros ajustes (mas o menos tiempo de exposición, mayor o menor distancia focal…..) a no ser que preparemos de nuevo otra plancha metálica desde el principio.
Lógicamente el proceso es mas complejo cuando utilizamos un camión como caja de resonancia fotográfica. Con una cámara de fuelle antigua el proceso quizá sea un poco mas sencillo (aunque no tanto). En este video podéis juzgar vosotros mismos:
Por supuesto, una cámara como la anterior nos permite hacer fotografías con un tamaño determinado por el cajetín de la placa. En cambio, el fotógrafo Ian Ruhter puede tomar fotografías sobre planchas metálicas de diferentes tamaños, al trabajar con una «cámara-camión» más grande. Por ello, sus fotografías, tanto los paisajes como los retratos, son fantásticas para ser expuestas en salas de arte y museos.
Amig@s, a mi este proyecto me ha llegado de lleno a la patata, tanto que ya he incluido la web personal de Ian Ruhter entre mis favoritas. Espero que a vosotr@s os guste tanto como a mi. Estoy convencido de que los que venimos del mundo de la química y el cacharreo en el laboratorio nos hemos enamorado a primera vista de este proyecto.
Un abrazo y feliz comienzo de semana.
[…] para exponer, fotografiar y revelar. El mismo proceso que años después utiliza el fotógrafo Ian Ruhter y del que ya hemos hablado en otras […]