Un pequeño pero vistoso pájaro al que llevaba siguiendo la pista desde hace 3 años. Esta es la verdadera historia de esta fotografía. El Martín pescador se caracteriza por ser un pájaro muy veloz y difícil de fotografiar. La desaparición de su entorno natural tampoco ayuda a localizarlo. Pero finalmente, después de 3 años estudiando su entorno y comportamiento, por fin he podido fotografiarlo. ¿Quieres conocerlo?
Así es como suele funcionar el mundillo de la fotografía de fauna salvaje. Lo he dicho muchas veces, y no me canso de repetirlo. Fotografiar a un animal salvaje no consiste en llegar a la localización y disparar. Hay que conocer la especie que queremos fotografiar, sus hábitos de alimentación, apareamiento y comportamiento cuando se sienten observados.
No es lo mismo encontrarte cara a a cara con un pequeño ciervo que con un oso pardo. Las aves suelen recelar mucho más de los humanos que la mayoría de los mamíferos. No encontraremos delfines en pleno desierto… eso es de cajón. Si queremos fotografiar a una especie en concreto, tenemos que investigar primero sobre ella.
Para fotografiar fauna salvaje hay que salir de casa
Dicho todo lo anterior, no hay que olvidar que cuando salimos de excursión fotográfica no podemos planear al 100% qué vamos a encontrar o lo que sucederá. Y eso es precisamente lo que me pasó el otro día cuando salí a dar un corto paseo por los espacios protegidos del Delta del Llobregat.
Es curioso…. a veces preparas y planeas a conciencia 5 días completos de viaje fotográfico y no obtienes los resultados deseados…..
Y otras veces planeas un par de horas de excursión y vuelves a casa con fotos de una especie que nunca hasta ese día habías logrado fotografiar. (Publicado en Facebook)
Yo sabía que en la zona del Delta se habían visto algunos ejemplares del Martín pescador. Incluso había visto uno sobrevolando el río por el rabillo del ojo. Pero fotografiarlo era otra historia. Son aves muy pequeñas y escurridizas, muy rápidas en vuelo.
Varias semanas atrás, mientras fotografiaba un Azor común y varios flamencos en el Delta, vi por el rabillo del ojo como un Martín pescador se posaba a escasos 3 metros de mi en un arbusto. No lo podía creer, lo tenía al lado, casi podía tocarlo con la punta de los dedos. Tan solo tenía que girarme 60 grados, abrir un poco el zoom de mi tamron 150-600 mm y enfocar…. ya casi lo tenía…. pero voló.
Esto no me desanimó. Al contrario. Había localizado un posadero muy interesante. Observé como el pájaro sobrevolaba el arbusto y el posadero varias veces a lo largo de la mañana. ¡Por fin había localizado un punto en el que podría fotografiar un Martín pescador si lo planeaba todo bien!
¿Cómo es el Martín pescador en la intimidad?
Y eso es lo que hice. La semana pasada volví a la misma zona del Delta del Llobregat, decidido a fotografiar un Martín pescador. No volvería a casa sin una foto de este hermoso pájaro. Sabía donde podría encontrarlo, sabía que tendría que estar atento y ser muy rápido. Pero no volvería a casa sin esa foto.
Había hecho los deberes. El Martín pescador es un ave de pequeño tamaño, menor de 30 cm de envergadura, caracterizado por tener unos llamativos tonos azules y anaranjados. Es un pájaro muy rápido, que suele sobrevolar los ríos y zonas de aguas dulces a baja altura buscando alimento, fundamentalmente peces y pequeños gusanos.
Su hábitat es precisamente el factor decisivo en toda esta historia. El Martín pescador necesita de aguas dulces claras, limpias y con suficiente alimento. Junto a estas zonas de agua dulce es necesario que existan arbustos y matorral bajo, el posadero natural de la especie, desde la que vigilará las aguas antes de lanzarse en picado de caza. Por último, el Martín pescador construye sus nidos en taludes arenosos cercanos a los ríos y lagunas donde se alimenta.
En resumen: necesita abundancia de agua dulce, limpia, sin contaminantes y con alimento suficiente. Esas zonas deben de estar rodeadas de taludes arenosos y arbustos y ramaje suficiente para tener una atalaya desde la que cazar y pescar. ¿Habéis visto muchas zonas así en la península? Es cierto… cada vez menos. Por eso es tan difícil ver (y fotografiar) a esta especie.
Y según vino… se fue…
…y yo marché contento con mis fotos. Tras pescar un pequeño pez y devorarlo posado en su atalaya nos regaló unos minutos a los fotógrafos que estábamos apostados en uno de los observatorios del Delta. Lo suficiente para que nos volviéramos locos disparando todos en ráfaga. Aquello parecía un nido de ametralladoras en pleno apogeo 😉
La experiencia fue sin duda una de las mejores que he tenido. Sabía que había un Martín pescador por la zona, sabía cuál sería el sitio más probable para verlo y fotografiarlo, pero aún así, no era seguro que pudiera conseguir una fotografía decente. ¡No se puede planear todo, ¿verdad?!
El caso es que estoy muy contento. No sólo por fotografiar a una especie que llevaba persiguiendo 3 años. Sino porque después de tantos años fotografiando animales salvajes, a veces podemos tener la sensación de que ya lo hemos hecho todo, de que no hay nada nuevo, de que fotografiar a un pájaro es como fotografiar a otros pájaros y mamíferos que ya hemos fotografiado…
Nada más lejos de la realidad. Cada vez que encontramos a una especie a la que no habíamos fotografiado nos emociona y nos alegra. Nos anima a seguir buscando nuevas especies. Y la alegría es todavía mayor si se trata de un animal como el Martín pescador, rápido, hermoso y muy difícil de ver, debido a que nos estamos cargando sus hábitats naturales cada vez que desviamos un río o construimos en sus orillas.
Amigos, no perdamos la esperanza. Con un poco de esfuerzo podemos cuidar y proteger los espacios naturales y el hábitat de los animales que nos rodean. Hay que seguir esforzándose.
Saludos desde Fotogario.
Deja una respuesta