Hola chic@s,
La semana pasada tuvimos la oportunidad de visitar de nuevo el Parque Nacional de Biebrza gracias a uno de nuestros viajes fotográficos. Biebrza es conocido por ser uno de los parques con la mayor población de aves acuáticas a nivel europeo. Y aunque en otoño la mayoría de las especies han emigrado a climas más cálidos, todavía podemos llevarnos una grata sorpresa en esta temporada con los grandes mamíferos que pueblan sus bosques. ¿Quieres conocerlos?
En artículos anteriores ya te conté nuestra experiencia en Biebrza en primavera, Esta segunda visita coincidió precisamente con la temporada de celo y reproducción del alce europeo. Biebrza puede que sea conocido por su población de aves acuáticas y por ser una de las mayores regiones pantanosas y de marismas del continente, pero también es el parque con la mayor población de alces de Polonia. Se calcula que cerca de 500 ejemplares «pululan» por él.
Y no es fácil localizarlos a pesar de su elevado número. Los alces son unos animales muy esquivos, que suelen salir huyendo en cuanto detectan el olor de un humano. Es por eso que nuestro encuentro durante la primera madrugada en el parque fue tan emocionante.
¿Cómo localizar alces?
En realidad no hay grandes trucos a la hora de localizar alces. Tenemos que saber en que tipo de terreno se mueven y que tipo de alimento es el que más les gusta. También los momentos del día en los que podemos ver cómo se alimentan y en qué momentos permanecen escondidos en el interior del bosque. Y por supuesto tenemos que confiar mucho en nuestra suerte.
Teniendo todo ésto en cuenta nos encaramamos a una de las torres de observación distribuidas por el parque para esperar la salida del sol. No teníamos grandes pretensiones, tan solo filmar en una bonita toma el amanecer sobre el río Biebrza. Pero tras 30 minutos de silencio absoluto escuchamos unos bramidos a varias decenas de metros a nuestra izquierda.
Como se puede apreciar en la fotografía que abre este artículo, los sonidos estaban causados por dos alces. Uno de ellos parecía tener cuernos, aunque no muy desarrollados. Se trataba posiblemente de un macho joven acompañado todavía por su madre.
¿Cómo distinguir entre machos y hembras de alce?
Los machos adultos suelen tener una gran cornamenta. Otro signo característico de los machos es una extraña papada que cuelga de su labio inferior. En este caso estábamos ante una hembra y su cría (el macho joven) que se alimentaban de pequeñas bayas. Tras localizarlos desde la plataforma nuestro primer pensamiento fue el de acercarnos más aún a ellos para tomar alguna foto. Pero para eso tendríamos que bajar de la plataforma… había que asegurarse primero que en el grupo no había ningún macho adulto que pudiera darnos un disgusto.
En la época de celo, entre septiembre y octubre, los machos pueden volverse muy agresivos, así que es mejor no tentar a la suerte. Los machos adultos pueden medir más de 2 metros de altura y pesar casi 500 kg. Una coz de sus patas podría rompernos los huesos fácilmente. Se sabe de alces que pueden romper la espina dorsal de lobos de una sola coz.
¿Cómo se comportan los alces en libertad?
El comportamiento del alce depende mucho de la estación climática. Los machos suelen estar escondidos en los pantanos y las zonas más remotas del bosque durante la primavera y el verano, y solo se dejan ver en la época de celo en otoño. En cambio, las hembras suelen convivir la mayoría del año con su cría y no es habitual que tengan más de una al año. Es durante el invierno, con la escasez de comida, cuando los alces suelen agruparse en pequeñas manadas.
Después de verificar por triplicado que no había ningún macho adulto en el grupo bajamos a niveles más terrenales. Es en ese momento cuando pudimos observar con los prismáticos a la hembra con su cría. Quizá en la fotografía no se aprecia, pero esta hembra alcanzaba fácilmente los 2 metros de altura desde el lomo hasta el suelo.
Acercarse a estos animales es realmente difícil. En cuanto perciben nuestro olor huyen despavoridos. Todavía nos debatíamos entre observarlos bien con los prismáticos o intentar fotografiarlos cuando la hembra echó a correr como alma que lleva al diablo seguida de cerca por su cría.
Y no es fácil seguirlos campo a través. Pueden parecer animales grandes y patosos, pero he podido comprobar sobre el terreno que no lo son.
Esta es la última imagen que nos dejó esta hembra. Una imagen borrosa, poco nítida, en la que se aprecia lo complicado que es localizar y seguir sobre el terreno a estos animales. Aunque nuestra visita a Biebrza todavía nos depararía alguna sorpresa más relacionada con estos bichos.
Las sorpresas de Biebrza
Y es que un gran macho adulto, de más de 2 metros de altura, tuvo la osadía de lanzarse a la carretera delante de nuestro coche en nuestra última noche en el parque. No hay documentos gráficos, ya que todo sucedió muy rápido, pero tuvimos la suerte de ver a menos de 3 metros de distancia a un animal muy hermoso, y por cierto, muy grande, con una cornamenta espectacular.
También tuvimos la suerte de evitar un accidente colosal. En la batalla entre nuestro Opel Corsa y un bicho de 500 kg yo hubiera apostado todo mi dinero por la victoria del alce. Por suerte el animal estaba tan asustado como nosotros, y saltó hacia la cuneta en lugar de saltar sobre nuestro coche.
Amig@s, esta no fue la única sorpresa (ni los únicos animales) que nos dejó la visita a Biebrza. En el próximo artículo os explicaré un poco más sobre el resto de especies que encontramos en estos 4 días de viaje.
Un saludo y feliz comienzo de semana.
[…] solo de alces vive el hombre. En nuestro viaje a Biebrza nos topamos también con otros animales salvajes que […]